Agentes federales en México y Estados Unidos han confirmado reuniones entre los jefes del cártel de Sinaloa y Beltrán Leyva con el exsecretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, cuando era funcionario del gobierno mexicano.
El agente de la Administración de Control de Drogas (DEA), que colaboró con las autoridades mexicanas de 2008 a 2015, Miguel Madrigal, aseguró que los encuentros entre narcotraficantes y funcionarios se realizaron en un restaurante frente a la Embajada de Estados Unidos en la avenida Campos Elíseos de Polanco, en la Ciudad de México, lugar donde veían los temas de los sobornos.
Por ello, aseguró que Genaro García Luna tenía nexos con el Cártel de Sinaloa cuando Sergio Villareal “El Grande” era policía estatal. También dijo que esta dependencia tenía conocimiento de los vínculos del exsecretario con los cárteles mexicanos desde 2010, y aseguró que había visto un video del auto del entonces comandante de la policía federal, Édgar Bayardo, estacionado en la casa de “El Rey Zambada”, aunque no pudo recordar la fecha exacta.
Miguel Madrigal asegura que fue “El Grande” quien, tras su captura, le dijo que tenía información sobre el exdirectivo mexicano y los sobornos de ese momento.
Por su parte, el expolicía federal, Francisco Cañedo Zavaleta, aseguró haber visto a García Luna en reuniones con Arturo Beltrán Leyva “El Barbas” y Édgar Valdez “La Barbie”.

Durante su testimonio, señaló que el encuentro se dio el 19 de octubre de 2018 en el fraccionamiento Los Limoneros del municipio de Cuernavaca, Morelos, luego de que entrara “El Barbas y La Barbie” y detrás de ellos en un vehículo García Luna. Ante tal situación, optó por retirarse del sitio porque aseguró que lo hizo por miedo al ver la magnitud de las personas que estaban en el sitio.
Al ser consultado por la fiscalía de Nueva York si hubo alguna represalia tras su denuncia, el testigo respondió: “Me apresaron y me implicaron en varios delitos como narcotráfico, fuga de prisión, crimen organizado y otros. Fui arrestado por mis superiores, me mandaron a la SIEDO, me metieron preso 80 días y me mandaron al penal de Puente Grande, al final me absolvieron de todo”, explicó.
Advirtió que quería denunciar, por lo que recurrió a la diputada Layda Sansores, quien le recomendó escribir un texto anónimo que enviaron a medios Proceso, pero luego lo acusaron de narcotráfico, hasta que fue capturado y enviado al penal de Puente Grande en Jalisco.
Harold Poveda “El Conejo” concluyó este jueves su testimonio enfatizando que teme por su vida y por eso no quería regresar a México porque había una alta probabilidad de que lo asesinaran.
El miércoles, el narcotraficante colombiano dijo que tuvo roces con “El Rey” Zambada porque pensó que lo había traicionado después de ser atrapado en 2010, pero dijo que se reconcilió tiempo después cuando lo encontró en Washington al asistir a declarar en el juicio contra Alfredo Beltrán Leyva “El Mochomo”.
También explicó que el narcotraficante del Cártel de Sinaloa le dijo que se había convertido en compositor de música mientras estaba recluido en una prisión de Estados Unidos y le prometió regalarle un disco de música.
