La primera ministra del Reino Unido, Liz Truss, renunció el jueves luego de un fallido presupuesto de reducción de impuestos que sacudió los mercados financieros y que condujo a una revuelta dentro de su propio Partido Conservador.

Truss estuvo en el cargo solo 44 días, lo que la convirtió en la primera ministra con menos tiempo en la historia británica. Durante 10 días de su mandato como primera ministra, los asuntos gubernamentales se detuvieron tras la muerte de la reina Isabel II.

Ella dijo en un comunicado afuera del número 10 de Downing Street: “Establecimos una visión para una economía de alto crecimiento y bajos impuestos que aprovecharía las libertades del Brexit”.

“Sin embargo, reconozco que, dada la situación, no puedo cumplir el mandato por el que fui elegida por el Partido Conservador. Por lo tanto, he hablado con Su Majestad el Rey para anunciar que renuncio como líder del Partido Conservador”.

El partido ahora debe completar una elección de liderazgo dentro de la próxima semana, mucho más rápido que el período de dos meses de este verano. Graham Brady, el político conservador que está a cargo de las votaciones y reorganizaciones de liderazgo, dijo a los periodistas que ahora estaba analizando cómo la votación podría incluir a los parlamentarios conservadores y a los miembros más amplios del partido.